Pssss, guardame el secreto...
no le digas a nadie que me fuí,
el viento es mi confidente,
la luna mi guardián y el guardián de mis sueños..
No le digas a nadie que quiero ser feliz,
que me fuí para soñar,
y volví de un despertar,
que quizás me abrirá las puertas al fin.
Mi pelo al viento, viendo montañas y un sol en llanto,
pero no era llanto, sino su timidez,,
que no se atrevía a salir.
Olor a pueblo, a hierba fresca...
frescos prados, donde solo el rudo trabajo
hace que te des cuenta...
que nuestro stress es lo cotidiano,
y nuestra ceguera ...
nuestra tozudez.
Psss, guárdame el secreto...
que quizás mañana volveré a sonreir
No me mires así!!!
porque otra vez... volví a vivir.
Nerea
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Hoy no quiero comentar nada, no quiero reir, ni siquiera quiero soñar, solo tengo apatia. Como dice el poema, quizas mañana volvere a sonreir. Os quiero
5 comentarios:
Tener alas y no volar puede ser debido a razones internas o externas. Los obstáculos externos son los más difíciles de erradicar . este consejo es top secret. ji,ji . Carmela
Siempre buscamos todas la excusas posibles, pero lo cierto es que somos nosotros los que los que tenemos que tomar una decisión.
Cierto, la fuerza siempre está dentro de nosotros, aunque la compañía que tenemos influye mucho en nuestro estado de ánimo.
Animo.
Un abrazo.
Querida amiga: La luna es un buen guardián de secretos. Uno de los mejores. Guarda nuestros sueños, los arruya y nos hace creer en ellos. Luego, viene la mañana y parece que se los lleva todos. Pero una mañana cuando menos lo esperes, volverás a sonreír y olerás esa hierba fresca, y verás esos frescos prados y recuerarás la visión y lo cotidiano dejará de ser tozudo. Guardame el secreto y déjame soñar contigo.
Por cierto, saludos a estherpino que acabo de leerla en el cuaderno nocturno de Antonio.
Mañana amanacerá de nuevo.
Un beso grande grande.
Gracias a todos por los animos, llevo unos días un poco desanimada, aunque hoy me han dejado tumbada. Besos
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