
Una vez sonrió un silencioso valle
donde nadie habitaba;
se habían ido las guerras,
confiando a las estrellas de suaves ojos
cada noche, desde sus azules torres,
la vigilancia sobre las flores,
en medio de las cuales todo el día
la roja luz del sol descansaba perezosa.
Ahora cada visitante confesará
la inquietud del triste valle.
Nada es allá inmóvil,
nada salvo el aire que cavila
sobre la mágica soledad.
¡Ah! ¡Ningún viento mueve aquellas nubes,
que susurran a través del sin sosiego cielo,
inquietamente, desde la mañana hasta la noche,
sobre las violetas allí yacen
en incontables tipos para el ojo humano,
sobre los lirios que allí se agitan
y lloran sobre una desconocida tumba!
Ondean: de sus fragantes cabezas
el eterno rocío se derrama gota a gota.
Lloran: de sus delicados tallos
lágrimas perennes descienden como joyas.
Edgar Alan Poe
Precioso poema, la melancolia de la ausencia, se nota en cada renglon del escrito.
6 comentarios:
Es uno de mis poetas preferidos. Has elegido muy bien el poema. Un saludo
Que belleza, no lo conocia, que dicha leerlo aqui. Melancolias recuerdo, mi alma entristece pero sonrie al presente. Bello. Te dejo un beso, cuidate.
Gracias Anónimo, a mi tambie´n me gusta mucho. Un saludo
Es cierto Poetiza, una dicha, tu lo has dicho, es precioso. Me gusta leerlo cuando necesito empaparme de melancolia. Un abrazo
Que gusto entrar en un blog y encontrarse con esta maravilla de poema. Gracias. Un saludo
Gracias, me alegro que te guste. Un saludo
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