El palo , la higuera o en la luz
que tenìa la farola de tu calle
era desde donde te observaba:
senderos de libertad.
La luna ,tu faro, tu puerto,
un corral, tu amor ocultado
y de testigo un rosal.
Miau,miau ¿a onde estàs?
Mira¡ bàjate de la higuera ya¡
y vuelve a la soledad de la madrugà
a olisquear los higos de tu farola en paz.
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Este poema me lo mandó un amigo al que quiero muxo, gracias. A mi también me gusta la madrugada y asomarme a la venta para ver la farola de la esquina. La luz a esas horas de la noche suele ser distinta y como en las películas de suspense, siempre esperas ver a un hombre con gabardina debajo de la farola.
2 comentarios:
Este poema me trae recuerdos y merecía unas palabras, aunque lo mejor es cuando un amigo te lo dedica:))
Besitos.
Si, mucha gente me conoce, pero solo unos pocos han visto mi parte interior, esa parte que guardo escondida, muchas veces por verguenza. Besitos
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