DESENCUENTRO
eran dos desconocidos
encandilados por la esperanza
dos almas abatidas buscando una poción mágica
que les devolviera ese minuto de vida
que olvidaron hace siglos
dos miradas pálidas suplicantes
dos cuerpos insignificantes
atrapados por la lluvia de la tarde,
una lágrima entre ambos
y dos manos temblorosas incapaces
de sotener una taza
eran dos desconocidos
pero se sabían el alma de memoria,
sabían que de aquel encuentro furtivo
podía escribirse una historia
pero tuvieron miedo de mirarse y descubrir
sus nombres en el espejo empañado
de la soledad que los cubría
tuvieron miedo de tocarse y sentir
que el mundo fuera capaz de abrirles el cielo
para que el dia fuera eterno
no se animaron a darse, quizás,
la última oportunidad de soñar la alegría
eran dos desconocidos que se marcharon
sin decirse adiós o hasta mañana o hasta nunca
como si aquel encuentro
fuera de allí en más todo el tiempo
él regresa cada tanto porque siente
que el lugar le pertenece...
ella tal vez observe desde la otra acera
y alguna vez se anime a cruzar.